Hay ocasiones en las que la lactacia ha sido interrumpida. Puede haber muchos motivos para que esto pase. Una separación del bebé, una dificultad, una alergia alimentaria...Tampoco es infrecuente que el motivo que ha llevado a una madre a interrumpir la lactancia durante un tiempo desaparezca y el deseo o la posibilidad de amamantar vuelvan. Cuando una lactancia ha sido interrumpida durante un periodo de tiempo y la producción de leche se vuelve a reanudar, hablamos de RELACTACIÓN.
Una de las preguntas que se plantean las madres que deciden relactar, es si este proceso será complicado. La relactación es un proceso cuya dificultad y/o probabilidad de éxito, dependen de muchos factores. Hablando en términos generales, si antes de la interrupción de la lactancia se contaba ya con una buena producción, es probable que, con las pautas adecuadas, se tarde en recuperar la producción aproximadamente el mismo tiempo que se lleva sin amamantar o sin extraerse. Por el contrario, si por el motivo que sea se tenía una producción insuficiente o se lleva mucho tiempo sin amamantar, en general será más difícil conseguir una buena producción, y el proceso puede ser más largo y requerir más esfuerzo. Aún así, casi siempre es posible conseguir producir algo de leche, y aunque no se logre una lactancia materna exclusiva, como ya hemos dicho en multitud de ocasiones, en cuanto a leche materna se refiere, cada gota es importante, y muchas madres llevan a cabo una lactancia mixta tremendamente satisfactoria, por lo que si volver a amamantar es tu deseo, los resultados casi siempre bien merecen el esfuerzo.
Durante el proceso de relactación, es muy importante asegurarse de que el bebé consiga la cantidad de alimento necesaria. Según se va obteniendo producción propia, la leche de fórmula se ira sustituyendo por la leche materna de manera paulatina, preferiblemente al pecho si es posible, pero es muy importante que la ingesta del bebé no se vea reducida durante el proceso.
Cuanto mayor sea la estimulación, por el medio que sea (bebé al pecho,
manual, extractor) más probabilidades de éxito tendremos, por lo que es
importante durante el proceso contar con toda la ayuda posible para que
madre pueda dedicar todas las energías posibles a estimularse el pecho
lo más posible. Habla con tu entorno, explícales la importancia que
tiene para ti conseguir tu propósito, pide ayuda. La ocasión lo merece.
Cuando el bebé se prende bien al pecho, la recuperación de la producción será más rápida, a pesar de que durante un periodo de tiempo el bebé necesite suplemento. Cuando el bebé no se agarra al pecho, o se prende durante periodos cortos, se puede utilizar el sacaleches para estimular la producción. En estos momentos es importantísima la estimulación, que también se puede llevar a cabo de manera manual.
Una buena manera de suplementar, a la vez que el bebé estimula el pecho es la utilización de un suplementador o relactador. Se trata de un dispositivo que consiste en uno o dos catéteres que se sujetan al pezón y están conectados a un recipiente que contiene el suplemento. Se pueden comprar, pero también es posible hacer un relactador casero con un cateter que se puede adquirir en una farmacia y se puede introducir a través de una tetina a la que se la haya hecho un orificio del tamaño necesario dentro de un biberón con el suplemento.
Cuando la producción se comienza a recuperar, hay mujeres que notan cierta sensibilidad en los pechos, incluso sensación de que están llenos. Poco a poco se comenzará a ver como se forman pequeñas gotas en el pezón al usar el sacaleches. Puede que al principio sean transparentes, y poco a poco se volverán blancas y de forma gradual la producción irá aumentando.
Cuando el bebé no se prende al pecho, no se agarra correctamente o ha perdido el interés, es buen momento para recordar que el pecho es la forma de alimentarse para la que el bebé está preparado. Es su alimento por defecto, y esto juega a nuestro favor. Lo más importante es conservar la paciencia y la calma, intentando siempre atraer al bebé al pecho y no obligándolo a tomarlo.
Puede ser útil alimentar al bebé con técnicas que favorezcan la lactancia y no provoquen confusión al bebé. Estos métodos pueden ir, en función de la edad del bebé y la cantidad de suplemento que debemos administrar, desde una cucharita, cuentagotas o jeringa, una tacita o vasito pequeño que se acomode al tamaño de su boquita, hasta una sonda colocada en el dedo por la que además de favorecer la succión del bebé, obtenemos la leche de un recipiente o jeringa
Cuando queremos conseguir que el bebé se vuelva a sentir atraído por el pecho, el contacto con la madre, el piel con piel, durante largos periodos puede ser un gran aliado para que el bebé se vuelva a familiarizar con el tacto y el olor maternos. Además este contacto es también altamente beneficioso para la madre, ya que el juego hormonal que se produce, es un marvilloso cóctel que ayuda al pecho a recuperar su actividad, por no hablar de la enorme satisfacción que el contacto proporciona, tanto a la mabre como al bebé.
Durante el proceso de relactción, es conveniente manterner alejados del bebé los chupetes, para favorecer que las necesidades de succión se vean satisfechas al pecho, y es importante aprovechar cada oportinidad que el bebé nos de para colocarlo al pecho.
Cuando el bebé mame y aumente bien de peso, ha llegado el momento de ir reduciendo los suplementos de manera graual. Muy poco a poco, entre 5 y 10 ml por toma cada pocos días, para que el bebé obtenga la leche necesaria. Si hay algún momento del día en el que creas que tienes más leche, como puede ser a primera hora de la mañana, puedes reducir en esa toma un poco más, hasta 20 ml de leche.
Durante el proceso es tremendamente importante controlar los pañales sucios y mojados para asegurarse de que el bebé mama lo suficiente. También es muy importante pesar al bebé en una báscula fiable. Si el bebé no toma suficiente leche (se traucirá en menos aumento de peso, menos pañales mojados) se puede ofrecer más suplemento, pero es muy importante no reducir las tomas del pecho ni la extracción.
El proceso de relactación puede ser largo y agotador. Es posible que se consigan avances y retrocesos, también que haya altibajos, y que muchos días te encuentres muy deanimada. Es el momento de echar mano de tu red de apoyo. De contactar con personas que entiendan tu deseo y tu esfuerzo, que te animen en tu objetivo. Quzás sea el momento de contactar con un grupo de apoyo a la lactancia, con mujeres que haya vivido este mismo proceso y te entiendan. Es importante que te digan que es posible, que los bebés nacen para mamar y tú eres una madre lactante.
En la Liga de La Leche sabemos lo importante que esto es para ti, te apoyaremos en tu proceso, y puede que te podemos poner en contacto con mujeres que han paasado por una relactación y su experiencia te ayude en tu propósito. Te informaremos sobre cómo llevar la relactación a cabo facilitandote documentación al respecto sobre pautas de extracción y otras cuestiones prácticas.
Si en algún momento cesaste de amamantar, por el motivo que sea y has decidido iniciar una relactación, ánimo, es posible y ¡No estás sola!
Información extraída de "El Arte Femenino de Amamantar"
Paloma Arribas
Monitora de LLL en Valladolid