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miércoles, 7 de febrero de 2018

PROBLEMAS CON EL AGARRE DEL BEBÉ AL PECHO: ANQUILOGLOSIA

He aquí uno de mis temas estrella, debido a la experiencia propia y a años de leerme todos los artículos que caen en mis manos, ver cientos de bocas de bebés...... Es un problema controvertido con multitud de opiniones, y pocas de ellas de acuerdo entre sí, pero se va publicando de vez en cuándo algún que otro artículo y/o estudio.

Cada vez que viene una mamá con dolor al dar la toma de su bebé, grietas, obstrucciones, ingurgitaciones....... lo primero que solemos hacer es observar la postura de ese bebé al pecho, cómo le posiciona su mamá, cómo agarra el pecho, cómo pone los labios....... Me atrevería a decir que la gran mayoría de esos problemas se derivan de una mala colocación del bebé al pecho (dar el pecho es un carácter aprendido, y llevamos 50 años aprendiendo a colocar a los bebés en nuestro regazo para dar un biberón, pero no para colocarle en el pecho).

 




Esta es la imagen típica que hay en muchos libros y que nosotras a menudo intentamos copiar. La colocación del bebé recién nacido en la curvatura del codo, cuándo practicamos la postura en cuna, es incorrecta y puede provocar un mal agarre. Si en lugar de en la curvatura, su cabeza descansa en nuestro antebrazo o prácticamente en nuestra muñeca, podremos enfrentar mejor a nuestro bebé para que mame mejor y disminuiremos la probabilidad de peores agarres.



Ahora bien, tenemos una mamá con dolor en el pecho, grietas, bebé que en muchas ocasiones no gana peso adecuadamente, que todas sus tomas son tan interminables que está horas y horas al pecho y si le soltamos llora desesperadamente.......... Y resulta que su postura es perfecta, incluso ha probado todas las posturas que viene en el "tetasutra" y en casi todas o en la mayoría duele. A veces su pezón sale cómo aplastado de la boca del bebé, a veces la punta del pezón está blanca......El bebé muchas veces presenta una bolita en la zona medial del labio superior que cada cierto tiempo elimina una piel redondeada, se denomina "callo de succión". A ésto se suma que el pediatra nunca ha detectado ningún problema en la boca del bebé (el diagnóstico de la mayoría de anquiloglosias desapareció con la aparición del biberón).

Y nos vamos a ver la boca del bebé. Analizamos la forma física y la funcionalidad. Y a veces ahí está, un frenillo sublingual corto o anquiloglosia.

Es una anomalía congénita relativamente frecuente que presentan entre el 0,1 y el 11% de los recién nacidos (hay disparidad según los estudios) y que es causa de diferentes problemas en la lactancia materna. La palabra anquiloglosia viene del griego: glosia (lengua) y agkilos (torcido o lazo) su traducción sería por tanto “lengua torcida o atada en forma de lazo” en referencia al aspecto que presenta la lengua al abrir la boca.
Durante el desarrollo fetal, la lengua está fusionada a la base de la boca. La muerte celular y su reabsorción liberan la lengua. El frenillo permanece como remanente de esa ligadura inicial, por eso todos tenemos “restos”, sería el frenillo lingual “normal”, no patológico.

Si parece más clara la diferencia ente hombres y mujeres, siendo 2,6 veces más frecuente en hombres.

Podemos diferenciar cuatro tipos de frenillo lingual: el tipo 1 y tipo 2 (frenillos anteriores) y el tipo 3 y 4 o submucoso (frenillos posteriores).


Frenillo tipo 1
El frenillo se ancla en la punta de la lengua, que suele presentar forma de corazón, y se observa a simple vista. La movilidad de la lengua se encuentra muy restringida, no siendo posible elevarla ni extenderla




Frenillo tipo 2
El frenillo se inserta un poco más atrás que en el tipo 1, a una distancia de entre 2 y 4 mm de la punta de la lengua. Menos restrictivo, impide también la elevación y extensión de la lengua, aunque en menor medida








Frenillo tipo 3
El frenillo se inserta más atrás que en los dos tipos anteriores, la extensión de la lengua no suele verse comprometida, pero si la elevación. A simple vista la lengua parece normal. Este tipo de frenillo presenta también un componente submucoso que no es visible a simple vista.




Frenillo tipo 4 o submucoso
El frenillo como tal no se ve a simple vista, se encuentra bajo una capa de tejido submucoso y restringe casi en su totalidad el movimiento de la lengua, que se ve anclada en el suelo de la boca, sin elevarse y con aspecto compacto. El movimiento de la lengua suele ser asimétrico y los bebés que presentan este tipo de frenillo suelen presentar la boca y la lengua torcidas al abrirla.

Para mamar de manera adecuada, la lengua tiene que ser capaz de realizar una serie de movimientos de forma secuencial, estos movimientos son: la extensión (y mantener esa extensión durante toda la toma), la elevación (para comprimir la areola y así realizar la acción de “ordeñar”) y la lateralización (moverse a ambos lados de la boca para adaptarse a los cambios de forma del pezón). Entre un 25 y un 44% de los bebés con anquiloglosia presentan alguna de las dificultades en la lactancia anteriormente descritas, como consecuencia de falta de movilidad de la lengua.

Existen referencias al tratamiento de la anquiloglosia desde en el siglo XVIII, cuando se recomendaba el corte del frenillo lingual para facilitar el amamantamiento.
En este periodo, las comadronas cortaban el frenillo a todos los recién nacidos utilizando, en ocasiones, las uñas de sus dedos.

El tratamiento quirúrgico de la anquiloglosia es la frenotomía que se describe como: “procedimiento menor, que causa un mínimo sangrado (unas pocas gotas) y llanto en el lactante durante menos de 15 seg, sin otras complicaciones” y "procedimiento seguro que presenta mínimos riesgos, incluso para el bebé de un día de vida”.
Para el tratamiento de la anquiloglosia anterior se utiliza la frenotomía simple realizada de forma ambulatoria. El tratamiento de la anquiloglosia posterior es más complejo, habitualmente se realiza en quirófano aunque algunos autores de estudios defienden el tratamiento ambulatorio de los frenillos posteriores de forma ambulatoria.

Varios estudios han demostrado que la frenotomía mejora la percepción de la lactancia materna, la cantidad de leche que los bebés toman y la sensación de dolor de la madre.

Aún así, cada caso ha de valorarse de manera individual y tratarlo de la misma manera, ya que muchos frenillos sublinguales cortos no necesitan frenotomía y se pueden tratar con medidas compensatorias.

Para acabar, os dejo una foto de mi hijo pequeño cuándo era bebé en su postura favorita (a caballito), que fue el causante de mi interés por este tema debido a su anquiloglosia.



Pilar Rúa
Monitora Liga de la Leche León

Fuente: Adeva Quirós C. Anquiloglosia en recién nacidos y lactancia materna. El papel de la enfermera en su identificación y tratamiento. RqR Enfermería Comunitaria (Revista de SEAPA). 2014 May; 2 (2): 21-37
Fotos de frenillos tomadas de: http://albalactanciamaterna.org/lactancia/frenillo-lingual-corto-anquiloglosia/

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