El primer testimonio apesadumbrado que escuché fue el de una madre en una de nuestras reuniones. Hará al menos ocho o nueve años.
Esa madre intentaba describir la sensación visceral de rechazo que sentía hacia su hijo cuando se acercaba para pedirle pecho. No entendía a su cuerpo ni sus reacciones incontroladas. Ella amaba a su hijo sobre todas las cosas y de un tiempo a esta parte no soportaba la sola idea de que el pequeño se acercara a su pecho. Esta madre sufrió por su hijo, sufrió por no entender a su cuerpo y sobre todo sufrió al intentar ocultar la vergüenza que le suponía poner palabras a sus emociones y expresarlas frente a otras madres.
Cuando por fin habló y no solo no sintió rechazo del resto de las madres, sino que se sintió envuelta, apreciada y "escuchada", descubrió su liberación y abrió un nuevo tema en nuestras reuniones.
Ese día, esa madre, nos ayudó a todas porque nos enseñó un reconocimiento distinto de las emociones propias y de cómo acercarse a las emociones del otro acompañándolo, aportando y no juzgando.
La idea que me vino entonces a la cabeza fue lo sabia que es la naturaleza.
Tengo un amigo que cría caballos y él nos decía que las yeguas se comportan de forma curiosa cuando se quedan de nuevo preñadas y aún no han destetado al potro anterior. ¿Adivináis?
¡Rechazan al potrillo!
En ocasiones ¡incluso a coces!
Hace unos años, poca información podíamos encontrar de la "agitación del amamantamiento", porque es un tema que aún hoy se desconoce el origen y la causa. Hay hipótesis que tienen más que ver con la experiencia cualitativa de lo testimonios de las madres que con la evidencia científica.
Es un tema tan desconocido, tan poco evidenciado y en cierto modo tabú, por el juicio que nos supone reconocer ese rechazo descontrolado y visceral imposible de evitar y muy difícil de describir, que lo hemos tomado como un tema a proponer de forma cíclica en nuestros encuentros con madres.
Así que si te acercas por nuestras reuniones, conocerás de manera directa a otras madres que han vivido esta situación en algún momento de sus lactancias.
Ahora podemos encontrar algún artículo de opinión en blogs y webs y eso significa que le estamos dando visibilidad y por tanto hay posibilidades de que en algún momento alguien tenga un proyecto de investigación que nos esclarezca el origen y nos enseñe a comprender mejor nuestra biología. De momento tenemos que confiar en nuestro cuerpo y en nuestro sentir visceral y aprender a manejar esta agitación.
En ocasiones nos ayudará saber qué hicieron otras madres, tal vez decidamos destetar a nuestro hijo o intentar manejar los momentos de cercanía al pecho, tal vez busques un espacio de tranquilidad y pidas ayuda para que tu hijo vaya al parque en los momentos de menos control...
Te animamos a compartirlo con nosotras, porque hablarlo es descubrir que no estás sola, que lo que te pasa les sucede a otras madres y juntas encontramos alternativas en el manejo práctico de la vivencia.
Raquel. Monitora de La Liga de la Leche en Segovia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario