Páginas

martes, 29 de mayo de 2018

Método MELA de anticoncepción en la lactancia.


        Una de las cuestiones que las madres lactantes más a menudo se plantean, es el de la anticoncepción durante la lactancia. Tanto en el caso de que tengan intención de quedar embarazadas y no se desencadene la menstruación, como en el caso opuesto, que no deseen quedar embarazadas. Una vez más, el tema de la anticoncepción durante la lactancia, es objeto de muchas informaciones contradictorias.  

       Métodos anticonceptivos compatibles con la lactancia hay muchos, yo incluso diría que prácticamente los mismos que fuera de ésta, con alguna adaptación de alguno de ellos, y sin necesidad de ellas en otros. Si queréis conocerlos más en profundidad, podéis encontrar información al respecto aquí.

       Además de todos los métodos ya conocidos, la lactancia nos brinda uno más exclusivo, que es al que nos vamos a referir en esta entrada. Nos referimos al MELA, o método de la amenorrea lactacional.

        Si está amamantando y desea evitar otro embarazo, el método MELA  es eficaz en un 98 a 99% (es decir, más o menos la misma eficacia que la  píldora) siempre y cuando se den las tres premisas siguientes:

  • El bebé es menor de 6 meses
  • No se han reanudado las menstruaciones:  en este sentido hay que tener en cuenta, que los sangrados, manchados o pérdidas de material sanguíneo o sanguinolento antes del día 56 post parto, no se considera menstruación.
  • El bebé mama exclusivamente, no recibe ningún otro líquido o alimento, ni siquiera agua. Sobre este punto, es importante que las tomas sean frecuentes, tanto de día como de noche.
       ¿En qué se basa la eficacia de este método?   En una lógica biológica clara. El cuerpo de la madre interpreta que hay un bebé que aún la necesita de día y de noche, y que por tanto aún no está preparado para compartirla.

       Cuando se dan biberones, puede que estemos engañando a la naturaleza, y el organismo de la madre crea que "no hay bebé"  al que alimentar. Si un bebé duerme toda la noche, o intervalos demasiado prolongados (más de seis horas), igualmente  puede interpretar que el bebé ya es mayor. Lo mismo puede ocurrir si toma chupete y reduce su tiempo al pecho, el organismo puede interpretarlo como un destete. En ese caso nuestro organismo puede considerar que ya es momento de dar paso a otro bebé, y la naturaleza seguirá su curso permitiendo que la madre perpetúe la especie, posibilitando el embarazo. Incluso trabajar los primeros seis meses y pasar periodos separados durante el día superiores a cuatro horas, pueden poner en marcha el mecanismo de la ovulación, ya que la extracción no es tan eficaz en este sentido como la succión del bebé.

       Pasados estos seis meses, la lactancia puede seguir proporcionando protección ante posibles embarazos, siempre que no se hayan reanudado las reglas y el bebé siga mamando con frecuencia durante el día y la noche, aunque el método no es tan fiable, y va disminuyendo con el paso del tiempo.

       Otra cosa a tener en cuenta, es que según sea la duración de los ciclos de la madre, unos días antes de que llegue la primera regla tras el parto, se habrá producido una ovulación, por lo que es posible quedarse embaraza antes de comenzar las reglas. No es infrecuente el hecho de que madres lactantes de bebés mayores que comiencen a buscar un nuevo embarazo, lo consigan antes incluso de haberse reanudado las menstruaciones.

Información extraída de "El Arte Femenino de Amamantar"





No hay comentarios:

Publicar un comentario