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miércoles, 3 de mayo de 2017

Acudir a la primera reunión de La Liga de la Leche

Creo que todas hemos pasado por esa duda: ¿cuándo acudir a mi primera reunión?
Cuando yo di a luz mi primera hija hace 8 años y consideraba que casi todo me iba mal en nuestra “casi lactancia” (hacíamos lactancia mixta a mi pesar desde sus primeras horas de vida) alguien me sugirió: “¿por qué no llamas a una monitora de la liga de la leche o te acercas a sus reuniones? Ellas te apoyarán y te ayudarán cómo puedan…..”. En ese momento me quedé pensativa. Ni había oído hablar de LLL ni me apetecía que unas desconocidas me diesen consejos, ya tenía bastante con familia, amigos…..cómo para permitir que unas desconocidas entrasen en mi vida. Mi lactancia se fue cómo vino: rápidamente y sin yo desearlo.
Embarazada de mi segundo hijo 3 años más tarde me vino a la cabeza aquel comentario y comencé a preguntarme: ¿podré ir embarazada? ¿De qué manera me van a ayudar si aún no tengo a mi bebé en brazos? Aún así me podía la curiosidad y embarazada de 5 meses pensé que mejor ahora que no estaba en mis “horas bajas de recién madre puérpera”. Así que acudí a mi primera reunión.
¿Y qué puedo decir? Fue fascinante. Escuchaba y observaba a esas dos monitoras, dos grandes mujeres, apoyando, escuchando y empatizando con aquellas madres que lo necesitaban: madres con bebés recién nacidos en sus brazos, madres con bebés gateando y que de repente se daban la vuelta e iban sin pausa a agarrase al pecho de su madre, madres que comentaban que se sentían cómo un “bicho raro” en su entorno porque su niño de 2-3 años mamaba y venían a las reuniones para encontrar el apoyo que no encontraban en su círculo diario…….. Había también 3 padres de bebés y recuerdo que me sorprendió. Casi todo el mundo piensa que la lactancia es “cosa de mujeres” y ahí estaban esos padres, apoyando a sus parejas y a sus bebés. Me encantó.
Me sentí bien, me sentí a gusto, y sentí que todos éramos diferentes pero que encajábamos en aquella sala. Unas familias acudían como yo a su primera reunión, y otras familias eran ya "veteranas". 
Y volví un mes tras otro, y un año tras otro. Las reuniones de La Liga de la Leche me ayudaron a alcanzar mi deseo: dar pecho a mi hijo pequeño y demostrar a mi entorno y a mí misma lo contrario que creíamos hacía 3 años, y que era que yo “no tenía leche suficiente”. Enseguida supe que lo que no tuve fue “apoyo suficiente”, y este apoyo sí lo encontré en las reuniones de LLL.


Y tú, ¿te atreves a ir a tu primera reunión? 
Y si lo has hecho, ¿nos quieres contar cómo ha sido tu experiencia?

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