Lema de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2017
(origen de la imagen: FEDALMA)
Durante este año, el Lema de la SMLM hace referencia a la construcción de alianzas para proteger la lactancia materna. ¿Qué mejor alianza que la que podemos construir con nuestro médico?
Hace años, durante mi formación como monitora, encontré muy interesante un artículo de la Liga de La Leche que trataba este tema: cómo hablar con el pediatra de nuestro bebé o hij@ más mayorcito. Lo he rescatado del fondo de recursos, porque pienso que en cierto modo puede seguir siendo útil y actual. Es obvio que es importante tener una buena comunicación con los profesionales que se ocupan de la salud de nuestra familia. Los médicos son un sostén clave de la lactancia materna. Aquí vienen algunas sugerencias para favorecerlo. ¿Se os ocurre alguna más? Por favor, no dejéis de compartirla en los comentarios.
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Cómo HABLAR CON EL MÉDICO
DE TU HIJO
Los padres y el pediatra compartimos un interés común: la salud
de nuestros niños. Vemos la ventaja y la importancia de trabajar juntos como un
equipo. El clima de confianza y diálogo es el más idóneo. Lograr este clima es
posible, fundamentalmente cuando existe sinceridad, respeto y confianza en el
intercambio de información.
No
obstante, algunas veces las madres reciben consejos del médico que difieren de
lo que éstas conocen por propia experiencia o saben de la lactancia materna. O
bien al hablar con la monitora reciben información o sugerencias que difieren
de los consejos médicos.
En
estos casos las mamás se encuentran ante una situación difícil e incómoda y
pueden sentirse tentadas de mentir a su pediatra, si deciden no seguir su
consejo. Es el caso de muchas mamás que reciben la consigna de no amamantar
antes de las 3 horas ni más de 10 minutos,
o las que reciben el consejo de introducir otros alimentos antes de los
6 meses o suplementos de leche artificial porque “la leche ya no basta” o “el
bebé gana poco peso” cuando es el caso que la lactancia funciona bien, el bebé
está sano y la madre no tiene previsto destetar.
En ocasiones el consejo profesional –puesto que proviene de un
experto en salud- actúa de manera que la madre pierde la confianza en su capacidad
de alimentar a su bebé y se siente tan culpable y se preocupa tanto que
abandona la idea de llevar a cabo la lactancia materna exclusiva.
En este artículo vamos a intentar ofrecer algunas sugerencias
útiles para mejorar la comunicación con el profesional de la salud,
fundamentalmente en los momentos en que la opinión del médico entra en
conflicto con la decisión materna de cómo, cuándo y cuánto alimentar a su bebé.
Qué
duda cabe que es ideal poder contar con
un pediatra que conozca cómo funciona la lactancia materna y que tenga
experiencia en cómo se desarrollan los bebés amamantados. Este tipo de pediatra
será un estímulo muy valioso para el binomio lactante (madre-bebé) durante todo
el tiempo que la madre desee amamantar.
Si el pediatra desconoce cómo
funciona la LM y ofrece consejos que no deseas poner en práctica (o ante la
duda, no sin antes explorar a fondo las posibles causas y todas las opciones),
puede ser que se preste a dialogar y mantenga una actitud abierta. En ese caso
las sugerencias son las siguientes:
- El médico necesita saber lo que tú estás
haciendo, ya que trabajáis como un equipo. Es mejor ser sincera y no
ocultar nada importante. La sinceridad te ayudará a valorar más tu punto de
vista, además el hecho de ocultar o mentir te hará sentir culpable y poco
honesta. Por otro lado al mostrarle tu
modo de obrar, el médico sabrá qué funciona y qué no, y aprenderá más sobre LM.
- Escúchale atentamente, y (sobra
decirlo) muestra en todo momento una actitud de calma, respeto y educación.
- Exprésale tu opinión con serenidad.
Háblale de tus sentimientos. Por
ejemplo: “No me siento cómoda con la idea de…”, o “Me sentiría muy triste si…”
o “Me sentiría más cómoda si intentara…”, ya que el profesional puede discutir
hechos, pero no puede discutir los sentimientos de una madre.
- Asegúrate de conocer bien los argumentos en
los que se basa la sugerencia de la monitora, tu opinión o decisión respecto al
consejo del médico.
- Muestra que se trata de una decisión que
has tomado tú por ti misma. Evita decir cosas de tipo: “La LLL dice que…”,
o “La Asociación Española de Pediatría dice que…”.
Es
preferible decir: “He leído en (referencia bibliográfica) que…” o “En un libro
que he leído sostienen que…”. Es posible que tu médico esté dispuesto a que le
muestres esas publicaciones.
- Si no te
apetece hablar con tu médico acerca de tu opinión o tu manera de resolver la
cuestión (por ejemplo, sugerirle la posibilidad de llevarle a tu niño a pesar cada semana para que él
revise su progreso, o explicando que durante unos días vas a aumentar la
frecuencia de las tomas para subir la producción antes de ofrecerle leche
artificial) siempre puedes consultar a otro médico que esté más informado en
temas de lactancia y apoye la búsqueda de soluciones que permitan continuar con
ella.
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