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martes, 5 de junio de 2018

"LA AGITACIÓN DEL AMAMANTAMIENTO II"

     

  ✱  Artículo recuperado y publicado por petición popular.


Hilary Flower
Saint Petersburg, FL, USA

Tomado de LEAVEN, volumen 39, número 4, agosto-septiembre 2003


  Es fácil imaginarse que en una madre con experiencia en la lactancia, que ha ayudado a muchas mamás a resolver sus problemas, ya nada afectaría sus experiencias personales con respecto al amamantamiento. Sin embargo hay que estar alertas, el fenómeno de la agitación del amamantamiento puede sucederle a cualquiera. Tener una clara perspectiva de la agitación del amamantamiento puede ayudarte, ya sea para entender a una madre que estás apoyando o a ti misma si vas en dirección hacia amamantar en tándem.


    Lo siguiente es una adaptación de Adventures in Tandem Nursing: Breastfeeding during Pregnancy and Beyond, (Las Aventuras del Doble Amamantamiento) la más reciente publicación de La Liga de la Leche Internacional.

   La agitación del amamantamiento no es divertida, y el embarazo parece ser la etapa específica para que se dé la agitación del amamantamiento (afectando a más de una tercera parte de las mujeres que amamantan durante el embarazo). Algunas mujeres embarazadas pueden decir con exactitud cuál semana sintieron por primera vez la agitación, y a pesar de que varía mucho de madre a madre, parece ser que a mediados del embarazo es cuando se inicia en la mayoría de las personas. Para muchas mujeres la agitación disminuye al final del embarazo, mientras que para otras este parece ser el periodo en que es más intensa.


   De cualquier manera, la agitación puede sucederle también a cualquier mamá que amamanta a un niño mayorcito inclusive sin que exista un nuevo embarazo. Cuando se amamanta embarazada, la agitación parece ser motivada exclusivamente por la succión del niño mayorcito, o puede suceder solamente cuando los dos niños amamantan simultáneamente las mamas que se embarazan mientras están amamantando a dos hermanos no gemelos parece ser que son a las que les sucede con más facilidad. En muchos casos la agitación puede no tener nada que ver, o muy poco con el embarazo o el amamantamiento de hermanos no gemelos.

"El mayor fenómeno con el que me enfrenté fue muy inesperado. Me había preparado para tener sentimientos negativos hacia mi niño mayorcito cuando naciera mi nuevo bebé, pero no sucedió. Los tres tuvimos una maravillosa relación de lactancia. Después cuando mi hijo tenía un año y mi hija como tres, mis sentimientos cambiaron. Amamantar a mi hija se convirtió en una experiencia terrible. Ella todavía tenía mucha necesidad de lactar y yo ya no podía más. Me sentía incómoda, angustiada, y enojada cuando ella estaba en el seno. Mis emociones y reacciones eran primarias y muy fuertes". ---Elisa, New York

    La naturaleza precisa de la agitación varía enormemente de mujer a mujer. Algunas madres describen un sentimiento de irritación.
"Es casi imposible describir lo que se siente; es como si pudieras convertir el sonido de clavos contra un pizarrón, en una sensación física. Algunas veces la agitación me producía ganas de gritar a todo lo que dan mis pulmones, y al mismo tiempo dar de vueltas en un círculo muy pequeño una y otra vez". ---Lisa, California

    Para algunas es más como piel de gallina.
"Lo mejor que puedo hacer es decir que sentía como si tuviera insectos recorriendo todo mi cuerpo, y no me los pudiera sacudir. Comenzaba difícil y molesto, y pronto se hacía intolerable. La gente me preguntaba, “¿Duele mucho?” , y yo pensaba, “ojalá” El dolor lo hubiera podido manejar. Esto iba mucho más allá que el dolor, esto era rarísimo, muy extraño" ---Barbara, Minesota

    Algunas veces es como si tuvieras tu mente en contra de ti, --y el bebé.
"Sentía una urgencia poderosísima de parar de amamantar inmediatamente. Era una reacción visceral, de las entrañas, como una comezón, que me ponía tensa, ansiosa, de malas y agitada. Era muy confuso, porque no sentía dolor, y yo estaba decidida a amamantar a mi hijo tanto tiempo como lo necesitara. El sentimiento sólo venía cuando Jake amamantaba, y pronto desaparecía cuando el terminaba." ---Sarah, Texas

    La severidad de la reacción varía de ligera (“¿Por que ya no disfruto amamantar a mi hijito?” a extrema (“¡Ahhhhhh! ¡Quítenme de aquí a este niño!”). Algunos le llaman repulsión a la lactancia. En ciertas ocasiones, las madres no se dan cuenta de la agitación hasta que el dolor del seno disminuye y el deseo de separarse persiste.

    La agitación del amamantamiento puede venir de nuestras raíces como mamíferos. La agresión maternal no es poco común en el mundo animal durante el tiempo de destete, y es posible que el embarazo haga que nuestros cuerpos piensen que es tiempo de destetar.



"Me sentí como mi perro de la niñez cuando destetó a sus perritos sólo levantándose y caminando cada vez que querían amamantar. El sentimiento que tenía mientras lactaba embarazada sólo se puede describir como “primario” --- era tan instintivo huir de la lactancia que casi no me podía controlar. Sentía una urgencia muy fuerte de levantarla, aventarla y salir corriendo lejos de ella. De ninguna manera estaba preparada para ello y me sentía como la peor madre del planeta. Después de mi experiencia, he hecho una encuesta informal ente mis colíderes y otras mamás de LLL que amamantaron durante el embarazo, y la mayoría experimentaron emociones negativas muy poderosas al amamantar estando embarazadas!. ---Kelly, Georgia

    Las historias de las madres acerca de la agitación nos dejan claro que esta no es un reflejo de la relación de la madre con el hijo y ni siquiera de sus sentimientos acerca de la lactancia. Parece ser una instancia en que la sabiduría del cuerpo y la conciencia personal son muy útiles. ¿Es posible que formas alternativas de acurrucarnos con el niño pudieran ayudar a la relación de la madre con su hijo? ¿Es que la madre está agotada? Se sugiere que trate de alimentarse mejor, descansar más, y que pase más tiempo a solas. Recuérdenle de hacer todo lo que le sea posible para consentirse a sí misma, ¡a nadie le hace daño!  Una madre se dio cuenta de que incluso un pequeño descanso de la lactancia representa una gran diferencia.
"Me di cuenta de que levantarme y caminar durante algunos segundos me ayudaba a recobrar un sentido de paz". ---Helene, Ontario, Canadá

    Encontrarás más ideas prácticas para manejar la agitación del amamantamiento en Adventures in Tandem Nursing, por Hilary Flower.

Hilary Flower amamantó a dos hermanos no gemelos durante 18 meses. Ella vive en Florida con su pareja, Ben, su hija Nora Jade (5) y su hijo Miles (2). Adventures in Tandem Nursing es su primer libro.


Traducciones cortesía de Lucia Stone

Revisión Lavinia Belli

martes, 10 de abril de 2018

"Agitación en el amamantamiento"

  El primer testimonio apesadumbrado que escuché fue el de una madre en una de nuestras reuniones. Hará al menos ocho o nueve años.

  Esa madre intentaba describir la sensación visceral de rechazo que sentía hacia su hijo cuando se acercaba para pedirle pecho. No entendía a su cuerpo ni sus reacciones incontroladas. Ella amaba a su hijo sobre todas las cosas y de un tiempo a esta parte no soportaba la sola idea de que el pequeño se acercara a su pecho. Esta madre sufrió por su hijo, sufrió por no entender a su cuerpo y sobre todo sufrió al intentar ocultar la vergüenza que le suponía poner palabras a sus emociones y expresarlas frente a otras madres.
  Cuando por fin habló y no solo no sintió rechazo del resto de las madres, sino que se sintió envuelta, apreciada y "escuchada", descubrió su liberación y abrió un nuevo tema en nuestras reuniones. 
  Ese día, esa madre, nos ayudó a todas porque nos enseñó un reconocimiento distinto de las emociones propias y de cómo acercarse a las emociones del otro acompañándolo, aportando y no juzgando.

La idea que me vino entonces a la cabeza fue lo sabia que es la naturaleza. 
Tengo un amigo que cría caballos y él nos decía que las yeguas se comportan de forma curiosa cuando se quedan de nuevo preñadas y aún no han destetado al potro anterior. ¿Adivináis?  
 ¡Rechazan al potrillo! 
En ocasiones ¡incluso a coces! 


 Hace unos años, poca información podíamos encontrar de la "agitación del amamantamiento", porque es un tema que aún hoy  se desconoce el origen y la causa. Hay hipótesis que tienen más que ver con la experiencia cualitativa de lo testimonios de las madres que con la evidencia científica. 

   Es un tema tan desconocido, tan poco evidenciado y en cierto modo tabú, por el juicio que nos supone reconocer ese rechazo descontrolado y visceral imposible de evitar y muy difícil de describir, que lo hemos tomado como un tema a proponer de forma cíclica en nuestros encuentros con madres.

 Así que si te acercas por nuestras reuniones, conocerás de manera directa a otras madres que han vivido esta situación en algún momento de sus lactancias.

 Ahora podemos encontrar algún artículo de opinión en blogs y webs y eso significa que le estamos dando visibilidad y por tanto hay posibilidades de que en algún momento alguien tenga un proyecto de investigación que nos esclarezca el origen y nos enseñe a comprender mejor nuestra biología. De momento tenemos que confiar en nuestro cuerpo y en nuestro sentir visceral y aprender a manejar esta agitación. 


  En ocasiones nos ayudará saber qué hicieron otras madres, tal vez decidamos destetar a nuestro hijo o intentar manejar los momentos de cercanía al pecho, tal vez busques un espacio de tranquilidad y pidas ayuda para que tu hijo vaya al parque en los momentos de menos control...

 Te animamos a compartirlo con nosotras, porque hablarlo es descubrir que no estás sola, que lo que te pasa les sucede a otras madres y juntas encontramos alternativas en el manejo práctico de la vivencia.

Raquel. Monitora de La Liga de la Leche en Segovia.

martes, 3 de abril de 2018

Lactancia prolongada


¿Todavía le sigues dando el pecho?


No es infrecuente ver  a un niño que ya anda y demanda “la tetita” de su mamá. Ante lo cual, en ocasiones se oye el comentario:” Con lo mayor que es y sigue enganchado a la teta, si la está usando de chupete…”

Esta mañana sin ir más lejos, tras el fin de semana, mis compañeras y yo comentamos cómo habíamos pasado estos días. Una de ellas había tenido una comida con amigas y sus hijos, y dos de ellas tras la comida se habían puesto a dar el pecho a sus niños, que ya tienen 3 años. (¡Figúrate!). Mis compañeras estaban de acuerdo en que eso era un escándalo, para eso mejor usar un chupete.

Pero es que un chupete no es lo mismo. Tal vez, estas compañeras, con poca experiencia en lactancia materna (sus hijos fueron amamantados casi 4 meses, la que más), deberían haber pedido a estos niños más mayorcitos, que les contasen porqué siguen pidiendo “la tetita” de su mamá.

Existe mucho desconocimiento en relación a la lactancia de niños “mayorcitos”.

Los beneficios de la lactancia materna son innumerables, tanto para los niños como para las madres:

Ø  La leche materna no pierde sus propiedades con el paso del tiempo, resultando un alimento completo y de mayor calidad que la leche de fórmula o de vaca.
Ø  Los beneficios inmunológicos de la leche materna persisten en el tiempo, suponiendo una menor incidencia de infecciones que en otros niños no amamantados.
Ø  La lactancia continuada favorece el desarrollo normal de la mandíbula y la expansión del paladar.
Ø  Los niños pequeños carecen de sistemas digestivos maduros. La lactancia les mantiene bien alimentados mientras continúa la transición hacia los alimentos sólidos, y les mantiene bien alimentados en caso de enfermedad.
Ø  Las tomas son el momento de reconexión con el niño activo. Esto puede ser especialmente útil si la madre trabaja
Ø  Facilita el momento de acostar al niño.
Ø  Es la continuación de una relación que ningún oso de peluche ni mantita puede sustituir.
Ø  La mamá tiene menos riesgo de diabetes tipo(2), cáncer de mama, cáncer de ovario, hipertensión e infarto de miocardio.

Una vez que tenemos la información precisa,cada familia en función de sus necesidades optará por la decisión que crea conveniente, y sea cual sea ésta debería ser respetada.

La asistencia a un grupo de apoyo a la lactancia y la relación con otras madres lactantes de niños mayores con las que compartir experiencias puede ser muy importante a la hora de fortalecer la decisión de amamantar por encima de una  edad:


INFORMACIÓN EXTRAÍDA DE:

ü  "EL ARTE FEMENINO DE AMAMANTAR", 
LA LIGA DE LA LECHE INTERNACIONAL, 
8ª Edición, 2011
ü  Documento de lactancia materna en niños mayores o “prolongada” del Comité de lactancia materna de la Asociación Española de Pediatría.


Mª Ángeles.
Monitora de la Liga de la Leche de Castilla y León.