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martes, 13 de noviembre de 2018

De lactancias y maternidades.

¿Qué decir cuando tu maternidad no es lo que pensabas? ¿Qué pensar cuando el silencio llena tu boca y los sentimientos encontrados llenan tu cabeza?

Lactancias prolongadas que ocultan maternidades frustradas por logros personales abandonados. En estos términos encontramos testimonios valientes de mujeres que descubrieron que la maternidad es un engaño rosa que te cubre cuando nace tu hijo y te sientes desesperadamente sola…

Vidas completas con sueños dedicados a proyectos personales y relaciones sociales. Vidas completas independientes con una carrera profesional en alza. Y entran de lleno en un nuevo proyecto de maternidad del que no saben nada porque todos los ejemplos están sesgados por el rosa. Y llegan a esta nueva maternidad a través de un camino de espinas emocional.

Algunas veces la lactancia mejora los sentimientos. Aunque en ocasiones la frustración de lo no hecho, del logro no conseguido, del proyecto no avanzado….hace que la nube se pose sobre nuestra cabeza.

OJOS GRANDES EN PINTURA POR MARGARET-KEANE-6

¿Cómo visualizar estos testimonios? ¿Cómo conseguir apoyo en la toma de decisiones?

También nuestro apoyo está ahí, con cada madre que se acerca a nuestras reuniones y se muestra valiente. Con cada mujer que nos cuenta que la maternidad ha dejado una cicatriz en ella y que adora a su hijo y su lactancia no tiene problemas físicos pero que se siente engañada por lo que no sabía, por lo que nadie le dijo.

También estamos ahí para que conozcan una gran red de apoyo donde sentirse escuchadas, donde sentirse confortadas, donde el juicio se queda fuera y compartimos la alegría de la que disfruta de haber elegido su lactancia y el silencio de la que se encuentra atrapada en su maternidad.

Si eres madre, si eres mujer, si crees que te juzgan, si te sientes confusa, si nada es como imaginabas y tu lactancia va ocultando tus emociones, si quieres ser testimonio para otras madres…también “La Liga de la Leche”  es un lugar para ti.

Queremos acompañar a cada mujer en su lactancia, sea cual sea la forma que has llegado a ella o los sentimientos que te genere. Queremos que nos cuentes, que nos permitas estar presentes en tu vida, que formes parte de esta gran red de “ayuda madre a madre”.


Estamos cerca de ti, búscanos…


RAQUEL.
Monitora de LLL en Segovia.

jueves, 25 de octubre de 2018

Volvemos al trabajo: extracción y conservación de la leche

Es curioso que cuando abordamos el tema de la vuelta al trabajo, lo solemos hacer junto a la introducción de sólidos. Y digo que es curioso, porque al menos en España, lo más frecuente es que nuestro bebé no esté ni de lejos preparado para empezar a comer otra cosa que no sea la leche de su madre. Incluso aquellas afortunadas que pueden juntar todos los permisos y vacaciones se ven casi siempre en la necesidad de adelantar la introducción de la alimentación complementaria muchas veces para evitar sacarse leche.
Con ese panorama, es mucho más lógico hablar de técnicas de extracción y conservación como herramienta para mantener la lactancia cuando debemos volver a nuestro puesto de trabajo.

Una de las preguntas más frecuentes que como monitoras recibimos tanto en los grupos como a través de las vías de contacto que tenemos abiertas, es qué hago si mi bebé parece que no quiere el biberón, cuando tengan que dárselo sí o sí. Creo que lo más importante es tener claro que si hay algo que sabe un bebé es cómo sobrevivir. Incluso aquellos que deciden que no quieren leche a través de otra vía que no sea el pecho de su madre, elaboran estrategias para seguir mamando lo que deben. Son estos niños que se quedan fritos cuando su madre trabaja, y se enganchan al pecho en cuanto ella vuelve, recuperando el tiempo perdido por la noche.
Otros bebés, los más, sólo rechazan biberones y chupetes cuando es su madre quien se los ofrece, pero toman leche sin mayor problema del biberón que le ofrece el cuidador que esté con él o ella mientras su madre falta.



Ahora bien, ¿cómo nos sacamos leche? Primero, hay que tener en cuenta que las primeras veces que sacamos leche con un extractor es fácil que la cantidad que consigamos sea muy pequeña. No hay que desesperarse, porque si has llegado hasta los 3 meses y medio con un bebé sano y feliz, es porque estás produciendo leche suficiente para él o ella. Sólo tienes que acostumbrarte al nuevo medio.
Es muy importante elegir un buen extractor. Como norma general, piensa que si el extractor que tienes delante tiene un nombre que te evoca lactancia artificial es bastante probable que no sea eficaz, y que no te sirva para nada. Elige bien entre las marcas que tienen como negocio principal la lactancia materna; seguro que en tu grupo de madres, otras mujeres trabajadoras te pueden dar pistas sobre los mejores. Ten en cuenta que normalmente los embudos que traen son pequeños, y que es mejor elegir uno más grande. De nuevo, las otras madres seguro que te pueden ayudar.

Vale. Ya tenemos un extractor, y ya sabemos que hay que tener paciencia. Primero, si ya sabes que te vas a incorporar a las 16 semanas, empieza a extraerte antes. Puedes extraerte entre tomas, durante las tomas, o inmediatamente después de las tomas; pero si decides sacarte justo después, ten en cuenta que puede ser que saques menos cantidad ¡Tu bebé se ha llevado su parte! Siempre es mejor extraerse frecuentemente pero durante poco tiempo que hacer extracciones muy largas, que te pueden cansar e incluso lastimar.

Una vez que tenemos esa leche, podemos empezar a guardarla. Si te sacas leche de un día para otro puedes mantenerla en la nevera sin ningún problema. Si te extraes en el trabajo para dárselo al día siguiente, una buena idea es llevar una bolsa nevera con bloque de frío, y mantenerla en un lugar fresco y apartado de la luz, hasta que llegues a casa; una vez en tu cocina, mete la leche inmediatamente en la nevera y ¡hasta el día siguiente! Quien le dé el biberón con tu leche puede sacarla de la nevera una rato antes para atemperarla y dársela a temperatura ambiente, o calentarla al baño maría o en calienta biberón. Pero si opta por calentarla cuidado con las quemaduras. Hay que probar la leche para que no esté demasiado caliente. Y por supuesto, nunca, nunca, calentar la leche en el microondas.

Si vas a estar mucho tiempo fuera de casa, puede que no tengas suficiente con la que te puedas extraer en el trabajo. O puede que hayas podido juntar el permiso de lactancia y a cambio de esos días de más, no puedas extraerte leche. Entonces tienes que empezar a sacarte leche unas semanas antes de incorporarte, y congelarla. En los congeladores que tenemos en casa, los del frigo combi, puedes tener la leche hasta 6 meses.
En caso de congelar leche, debes usar recipientes aptos para uso alimentario. Si son de plástico, tiene que tener en algún lugar este símbolo:
También puedes usar tarros de cristal, correctamente limpios y esterilizados, o las bolsas que algunas casas dedicadas a ello comercializan ya para su almacenamiento.
En cualquier caso, es bueno recordar estas premisas:
1.- Apunta siempre la cantidad de leche y la fecha de extracción y saca los más antiguos que tengan menos de 6 meses
2.- Guarda recipientes con distintas cantidades de leche. Algunos de ellos es mejor que tengan más cantidad y otros menos. Así podrás complementar las tomas de tu bebé aprovechando al máximo todas las cantidades. A la mayoría de las madres les funciona de la siguiente manera: descongelas un recipiente con una buena cantidad (150 ml o similar) y si el bebé se queda con hambre, sacas un recipiente con menos leche (50 ml o similar). Si quiere más, sacas otro pequeño. Descongelar en el momento pequeñas cantidades es mucho más fácil, y si el bebé luego no quiere más no hay que tirar leche.

Hay algunas mujeres cuya leche parece que cambia de aspecto al descongelarse y tiene un olor desagradable que muchas veces el bebé rechaza. Primero, si a ti te ha pasado, tranquila: tu leche no se ha estropeado y en realidad es segura para tu bebé. La leche materna tiene una enzima que se llama Lactasa, que se encarga de comenzar la digestión de la leche antes casi de que llegue al estómago del bebé, y ese mal olor y mal aspecto se deben, precisamente, a que esa enzima se ha activado con la congelación. No les pasa a todas las mujeres, sólo a aquellas que tienen en su leche más lactasa, o cuya lactasa se activa con más facilidad. Para actuar, primero tienes que saber si tú eres una de esas mujeres; una buena forma de hacerlo es antes de empezar a almacenar leche extrayéndote y congelando una pequeña cantidad. Basta con que esté en el congelador un par de días para que si tu leche reacciona activando la lactasa, esto sea evidente. Una vez transcurridos dos días, descongelas la leche y miras a ver. Si huele mal, ya sabes que tienes que actuar antes de congelar. Si no huele mal, tranquila: no va a oler mal nunca, así que puedes congelar directamente la leche que te extraigas.
Si eres de las primeras, aquellas cuya lactasa se activa y comienza a digerir la leche, entonces podrías "pasteurizar" tu leche antes de congelar. Es fácil:

1.- Te extraes la leche normalmente.
2.- Pones la leche en un cazo limpio, y lo llevas al fuego
3.- Cuando la leche empieza a hacer "burbujitas" alrededor del cazo, que entonces estará a unos 70 u 80 grados, quitas el cazo del fuego y lo pones en un bol lleno de hielo, para bajar la temperatura inmediatamente
4.- Cuando la leche esté fría, la congelas normalmente.

Así se desactiva la lactasa.

Bueno, `pues ya estás preparada para la incorporación al trabajo. Pronto tu bebé podrá incorporar otros alimentos a su dieta, y en ese momento empezarás a necesitar cada vez menos hacer uso de tu banco de leche. A partir de ahí, los retos serán otros, pero los abordaremos en otro post.

Raquel García
Monitora de La Liga de la Leche en León

domingo, 11 de junio de 2017

Entrevista a la liga de la Leche de Valladolid

Esta entrada es, por llamarla de alguna manera, "extra". Los que sigáis las entradas que vamos publicando os habréis dado cuenta que lanzamos una nueva cada martes. Pero no quería pasar la oportunidad de lanzar ésta a colación de la entrevista que nos hicieron a Valladolid y que fué emitida esta jueves pasado y de nuevo este sábado.

Hicimos una mini reunión en el centro cívico y les pedimos a algunas mamás de confianza que nos acompañasen... ellas muy generosas y maravillosas como son, vinieron la mayoría con sus bebés y fué una reunión expres pero que dió mucho de sí y fué un placer compartir en petit comitè ese ratito y esas impresiones que pudimos intercambiar.

El programa en cuestión es "Castilla y León a exámen" y el tema que se trataba y para el cuál nos pidieron colaborar era "La situación laboral en Castilla y León" A nosotras nos pidieron hablar en concreto de la conciliación laboral y familiar. Así que aprovechamos para tratar uno de los temas que tratamos siempre en nuestro calendario de reuniones "lactancia y trabajo". Siempre que abordamos este tema que tanto nos preocupa a muchas madres, mencionamos el lema de la Semana Mundial de Lactancia materna de hace dos años que era "Lactancia y Trabajo, logremos que sea posible", aquí siempre nos gusta puntualizar que nos parecía más adecuado... Logramos" que sea posible, porque así es... ya lo estamos logrando desde hace mucho tiempo, gracias a la motivación de tantas madres, de tantas familias que optan por la lactancia y que cuándo se acaba la baja por maternidad o la excedencia continua lactando con la implicación y el esfuerzo extra que ello supone, pero con la certeza de que es lo que eligen y que es lo que quieren para sus bebés...

De todo eso hablamos en esta entrevista, siempre una experiencia curiosa y con la ilusión de que visibilizando la situación de muchas madres y familias se puedan ir poco a poco cambiando las cosas...

Espero que os guste!
Aquí os dejo la entrevista, minuto 31, y luego en el minuto 48, tenéis la nota que le dimos 😉
Abrazos