lunes, 31 de julio de 2017

DUDAS RAZONABLES: ¿Servirán mis pechos y pezones para amamantar?


 


    Tuve esta terrible duda durante mucho tiempo, tanto en mi primer embarazo como en el segundo.

    Por ello,  si me permitís, en esta ocasión en que me corresponde a mí escribir la entrada del blog  me gustaría hacerlo desde mi experiencia como madre.
   A mi primer bebé -de 42 semanas (inducción por placenta envejecida, 21 días ingresado) -  no le pude amamantar. No succionó de mi pecho ni siquiera un instante. Recuerdo cómo lloraba y se ofuscaba contra mí, y la esforzada enfermera de neonatos (estaba ingresado por sepsis respiratoria, después por una infección contraída con un catéter) me repetía que no había manera, que tenía los pechos impracticables, hinchados y duros como una piedra, y los pezones planos. “¡Así es imposible que se prenda!”, me decía. Y tenía razón. Era imposible.
   Hubiera necesitado saber cómo manejar y aliviar la plétora, la hinchazón, el dolor, abordar un plan para atenuar la separación física de mi bebé. (Cada vez que lo pienso... pasé las primeras 24 horas sin extraerme ni una gota!! Y luego, me extraía leche para los biberones que le daban, dos veces nada más, eso sí, mucha cantidad en cada extracción).
   También hubiera deseado prever el efecto que la separación de mi bebé y la medicación durante el parto iba a provocar en mis pechos, contribuyendo a su hinchazón. Y de paso solicitar por favor que le quitaran aquel enorme chupete de caucho, tres tallas mayores que su boca, que le consolaba en mi ausencia. Pero nadie sabíamos nada entonces (hace 19 años),  ni siquiera mi madre, nadie me lo advirtió. Las buenas enfermeras me hablaron de aplicar frío. Hielo entre visitas al lactario. Más adelante supe que además hubiera necesitado calor y masajes...; y sobre todo extraerme la leche muy a menudo, al menos 6/8 veces al día, no dos o tres extracciones al día. Pero lo que más hubiera necesitado entonces era saber que no había nada fallido o inútil en mi cuerpo, que mi pecho simplemente no podía estar de otro modo, con aquella retención de líquidos y sin un bebé que mamase cada poco rato. Que era una situación no deseable, pero de (relativa) fácil solución.
   Ajena a ésto me extraje la leche dos o tres veces al día durante varias jornadas, ya en mi casa, para que las enfermeras se la dieron  a mi hijo, ingresado en neonatos, y finalmente, tras una mastitis aguda y dos abcesos, el médico me retiró la leche. Mi bebé seguía ingresado allí y ambos permanecíamos separados. Pareció lo mejor, aunque yo no lo viví así.
   El caso es que tuve la certeza de que "la culpa" de aquel fracaso (en mi ánimo estaba un enorme deseo de amamantar a mi bebé) era mía: mejor dicho, de mis pechos y de mis pezones, de no tenerlos “como dios manda” para ser manejados y succionados por mi bebé. En mi cabeza resonaba la voz de la enfermera que me intentaba acoplar el bebé al seno. Su frustración, y la mía. Mi sentimiento de inutilidad e impotencia. Así que cuatro años después, con la llegada de mi segunda hija, me preparé, me informé, me armé de recursos, información y argumentos para conseguir mi propósito, aunque no terminaba de creerme capaz.  Temía –con razón- que mis pechos y pezones podían de nuevo "fallar". Pero algo tenía claro: el pecho endurecido se puede (y se debe) ablandar y la certeza de que podía producir leche.
   De nuevo me enfrenté a una situación no ideal cuando nació mi segunda hija, pero esta vez iba preparada. Había averiguado qué tenía que hacer para evitar la plétora (Gracias a “la Liga de La Leche”, entre otras fuentes fiables donde encontré información y apoyo). Cómo manejar la ingurgitación, la importancia de poner a mi bebé al pecho desde el inicio, sin esperar a que llore, y muy frecuentemente, y de no limitar tiempos en las tomas.  Los masajes, la ayuda de la extracción para aliviar la salida de leche si mi bebé no se despertaba… El probar posiciones para encontrar la que nos viene bien a ambas... Leí que no siempre es instantáneo,  a veces es cuestión de perseverancia y de paciencia. Eso me reconfortó, pues me dio esperanza y confianza en mis posibilidades. Si algo iba mal... podría revertirlo con tiempo, empeño y apoyo.
   Aún así tuve que recurrir a las pezoneras unos días que se me hicieron eternos, y casi casi sentí que no lo iba a lograr, que mi hija no aceptaría el pezón, pero al fin ella decidió por mí, y mamó. Se prendió una y otra vez y las cosas fluyeron. ¡Fue un momento glorioso cuando la pude amamantar! El pezón se adaptó a su boquita, y viceversa. Y ya lo demás es historia... Una lactancia plena, hasta que ella y yo quisimos.
 
 
 
   Con mi tercera hija (la bebé de las fotos), ni siquiera me planteé esta cuestión de la idoneidad de mis pechos. De sobra sabía hasta qué punto los bebés y los pechos se adaptan unos a otros, se necesitan y se acoplan. Por experiencia propia,  por mi formación en LLL y por la experiencia de otras muchas madres que hemos conocido en las reuniones, y en el ámbito del apoyo como monitoras.
   Hoy en día por fortuna las mamás podemos aumentar nuestra confianza al compartir buena  información y apoyo mutuo,  a través de actividades y reuniones, internet, las redes sociales,  móviles.... Los profesionales cuentan con la posibilidad de acceder a una mejor formación y de compartir experiencias. También tienen sus listas de correo y sus recursos informáticos. Es un momento en el que algunos mitos de la lactancia han ido cediendo. Sin embargo… Aún muchas madres continúan preguntándose si sus pechos sirven para amamantar. Aún muchas mujeres desconfían y consideran que probablemente no serán válidas para la lactancia (como le pasó a su madre, a su hermana, a su amiga... Es un temor que se propaga y contagia). Que sus pezones pueden ser “inadecuados para dar el pecho”: planos, o invertidos, o demasiado grandes o demasiado pequeños. Que sus senos no producen suficiente calostro y/o leche, y que su forma o tamaño son incompatibles con su bebé. Caramba, ¿cuántas de nosotras podemos decir que no hemos tenido esos temores -o certezas- alguna vez?
   Bien, ahora hay estudios, evidencias; sabemos y podemos estar seguras de que el tamaño de nuestros senos no importa. El tamaño de los pezones no es importante. Sí, es verdad que algunas formas y tamaños pueden requerir un poco más de esfuerzo y paciencia, especialmente al inicio, pero... la lactancia casi siempre es posible.
   Y el éxito de la lactancia no sólo depende de la madre y sus pechos. El bebé tiene mucho que aportar: nace para mamar y dispone de diversos reflejos innatos que le ayudarán a hacerlo bien, por difícil que sea su parto. Son supervivientes y no van a tirar la toalla fácilmente. Nosotras contamos además con nuestros propios instintos, que nos van a guiar en muchas situaciones.
 
 
     Creo que las madres sabemos bien que no está en nuestras manos que todo salga perfecto,  tal y como imaginamos y esperamos, pero es importantísimo para nosotras saber que sí podemos buscar, encontrar y recibir información y apoyo  en nuestro entorno para afrontar y superar cada pequeño reto que encontremos durante la lactancia de nuestros hijos. 
 
Ana Isabel Barriga
Madre de Diego, Laura y Jimena y
Monitora de LLL en Valladolid
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ALGUNOS RECURSOS DE UTILIDAD

QUÉ HACER SI...
 Nuestros pezones son planos.
   Un pezón plano es un pezón corto que no sobresale, pero se puede hacer más prominente frotándolo, o se le puede proyectar hacia adelante usando el dedo índice (que empujará el pezón desde abajo). En cualquier caso el bebé lo encontrará y succionará, guiándose por la textura, el color y el olor.
  En el tiempo en que madre y bebé se acoplan y la lactancia se establece es importante evitar el uso de biberones, ya que las tetinas son más largas y le resultan fáciles de chupar. Puede ocurrir que el bebé prefiera su succión.
  En ocasiones , si nada parece funcionar, puede recurrirse al uso de una pezonera, aunque en ese caso conviene asesorarse por alguien experto sobre su uso.
  A veces no hay un pezón corto o plano, sino que lo parece al estar la mama ingurgitada (hinchada). En ese caso conviene ablandarla con una presión suave*. (se describe en enlaces).
 
 Si nuestros pezones son invertidos.
    Un verdadero pezón invertido se hunde hacia adentro y no sobresale.
Es interesante intentar amamantar después de manipular el pezón:
- con la mano.
- con un dispositivo que haga el vacío y tire del pezón hacia fuera,
- con el extractor o sacaleches,
y ofrecer inmediatamente el pecho al bebé.


 ¿Y si son pezones ovalados o muy grandes?.
   Conviene ofrecer el pecho al bebé de manera que la medida más larga quede de extremo a extremo de su boca. Si nuestro bebé tiene la boca demasiado pequeña para el pezón, con el tiempo crecerá. Mientras, se puede extraer leche (manualmente o con el extractor) para mantener la producción y alimentar bien al bebé. Al crecer, la boquita de nuestro bebé y nuestro pezón acabarán  acoplándose.
 
Información extraída del libro: "El Arte Femenino de Amamantar", Ed. 2011,
 La Liga de La Leche Internacional.
Enlaces de Interés:
LIGA DE LA LECHE INTERNACIONAL (en español)
 
LIGA DE LA LECHE ESPAÑA
 
COMITÉ DE LACTANCIA MATERNA de la AEP

jueves, 13 de julio de 2017

FUNCIONES DE LLL

La liga de la Leche tiene cómo principal objetivo el apoyo a las familias, refiriéndonos a la lactancia materna. Pero además del apoyo directo, también forma parte de distintas actividades.

En el Hospital de León se ha creado recientemente el Comité de Lactancia Materna al cual fuimos invitadas a ser parte de dicho comité y gustosamente nos involucramos en el proyecto. Recientemente el día 14 de Junio de 2017 se presentó oficialmente la nueva Guía de LM para profesionales, y en dicha presentación comprobamos dos cosas: 
- que el equipo formado por Diana Martínez (matrona), Silvia Rodríguez (pediatra) y Mª Teresa Palau (jefa de neonatología) a juzgar por la gran asistencia que hubo, hacen posible que el interés y la importancia de la lactancia materna tome un primer plano en el ambiente hospitalario de León.
- que La Liga de la Leche sigue siendo un gran apoyo para quien así lo requiera, sea una madre, una familia o un profesional sanitario.

Estamos entusiasmadas de formar parte de este Comité y esperamos poder aportar muchas semillas que darán buenos frutos.

La guía de LM del Hospital de León estará sólo disponible para profesionales sanitarios, pero LLL tiene editado un libro "El Arte Femenino de Amamantar", una guía fantástica para el público general (profesionales sanitarios y familias).
http://www.laligadelaleche.es/libros_recomendados/detalles_afa.htm



lunes, 3 de julio de 2017

¿Y TÚ QUÉ QUIERES HACER?




Supongo que no es sencillo descolgar el teléfono y llamar a una desconocida para plantearle las dudas que tengo con respecto a la lactancia.

Cada llamada es un caso único, aunque las dudas sean comunes. Cada mamá es única y también lo es su bebé


En ocasiones las dudas son sencillas de responder, ¿cuándo es la reunión? ¿puedo asistir con mi bebe y mi pareja? ¿es necesario apuntarse?

Las reuniones son abiertas y gratuitas para todo el que quiera asistir y los bebes, niños y niñas son siempre bienvenidos.


En otras ocasiones las llamadas  necesitan más tiempo, más atención, más dedicación y, sobre todo más cariño.

La crianza es agotadora, incluso, podríamos decir, que puede llegar a ser desesperante.

Un bebé que llora mucho, que le cuesta engancharse al pecho, que pide constantemente,  que no coge el peso que debería, que duerme mucho, que no duerme nada, un bebé que no quiere comer papillas, la reincorporación al trabajo.... ¡SOCORRO! ¡NO SE QUE TENGO QUE HACER!

Y  aquí llegan los comentarios de la gente que tenemos a nuestro alrededor. La madre, la suegra, la vecina, la enfermera de pediatría, el pediatra, el médico de cabecera, una desconocida que te para cuando tu bebé va llorando.... Toda esta gente, y no necesariamente por este orden, va a decirte qué tienes que hacer, hayas preguntado o no. Todos con buena intención, pero no siempre con la respuesta que tú buscas, necesitas o quieres.

Tu leche no le alimenta, dale un biberón, no le des tan a menudo, dale más frecuentemente, quita los biberones, dale cereales, dale frutas, no tienes leche suficiente, ¡con biberón se crían igual, deja de sacrificarte!, cógele, no le cojas, mételo en tu cama, ¡ni se te ocurra dormir con él!....

Entonces alguien te dice "llama a La Liga de la Leche". Pero no sabes que te vas a encontrar al otro lado del teléfono.


Las monitoras de La Liga de la Leche somos MADRES VOLUNTARIAS, con experiencia y formación en lactancia. Lo que hacemos es dar información y apoyo a las familias que quieren amamantar. Y con esa información las mamás deciden que quieren hacer.


Cuando recibo la llamada de una mamá, ella, me cuenta su caso, y son muchas las ocasiones en las que me dice "mi pediatra de dice que haga esto o aquello" "es que mi madre dice...." "ya pero la enfermera dice que tengo que hacer..." Y es aquí donde yo pregunto ¿Y TÚ QUE QUIERES HACER? porque dependiendo de lo que tú quieras hacer podemos tirar por un lado o por otro. Un mismo problema puede tener diferentes soluciones, todo depende por donde queramos tirar.


Cuando surge una dificultad con la que no contábamos, pude ayudarnos tratar de ver el problema desde fuera, aunque no siempre resulte fácil. Una vez que sabemos cuál es el problema ¡busquemos la solución! vamos a ver qué opciones tenemos, y entre todas esas opciones, vamos a valorar cual es la que mejor se adapta a nuestra vida.


Me han llamado mamás asustadas, desesperadas, perdidas, avergonzadas... Es normal el miedo, la desesperación, la incertidumbre, pero ¡NO OS AVERGONCEIS!, somos madres, sabemos por lo que estáis pasando, es muy probable que nosotras lo pasásemos en su día, y si no nos ocurrió, hemos compartido la desesperación de otras mamás. No te vamos a decir que tienes que hacer ni te vamos a juzgar. Vamos a acompañarte, a guiarte y a apoyarte en tú lactancia y en tus decisiones.


Nosotras te damos la información, tú la utilizas como mejor te parezca.


¡BUSCA TU GRUPO MÁS CERCANO DE LA LIGA DE LA LECHE! y decide ¿Y TÚ QUE QUIERES HACER?

 Y YO ¿EN QUÉ TE PUEDO AYUDAR?



Raquel Balbuena

Monitora de Leónhttp://www.llli.org/langespanol.htmlhttp://www.laligadelaleche.es/