martes, 25 de abril de 2017

Esas otras dificultades...



Queridas mamás, papás, familiares, amig@s, 

Desde La Liga de la Leche, no tenemos otro propósito que intentar ayudaros a disfrutar de vuestras lactancias. Por eso me formé como monitora de esta estupenda asociación hace ya 5 años, y aquí sigo.

Dar de mamar ha sido para mí una experiencia única y no siempre maravillosa como cabía esperar, a veces sufrí, pero, en mi caso, por la inseguridad de no saber si las cosas iban bien, si estaba haciendo lo mejor para mis hijos.

Cuando la información y el apoyo llegaron a mí, a través de lecturas adecuadas y de la gente de esta asociación, todo cambió, pensé…¡claro! ¡ya decía yo! ¡si yo sentía eso por dentro! Todo iba bien, mis hijos crecían sanos, atendidos, queridos, la lactancia iba viento en popa…y yo…no lo sabía…¿por qué?.

No todas las dificultades son tipo "físico" hay otras de tipo más bien "anímico" que también nos pueden hacer cuesta arriba los inicios.

Aquí va una reflexión, que espero os sirva. 

Muchas mamás nos hemos preguntado alguna vez si esto o aquello que hacíamos o que hacía nuestro hijo era "normal”. Lo "normal" se asocia con lo "correcto", con que las cosas van bien, nuestras preocupaciones podrían ser menores si todo fuera "normal". Pero...¿cuándo algo es normal?

Con origen en el término latino normalis, el concepto de normal se refiere a:
  1. Aquello que se encuentra en un estado al que se lo considera como natural 
  2. Lo que actúa como regla, canon o modelo, 
  3. Lo que se ajusta a preceptos establecidos con antelación 
De acuerdo con esta definición, para saber si nuestra lactancia es "normal" deberíamos hacerle las siguientes preguntas: 
  1. ¿Es natural? 
  2. ¿Podría servir de regla, de modelo? 
  3. ¿Se ajusta a los preceptos sobre lactancia establecidos con antelación? 
¿Es natural que nuestro bebé quiera mamar muy frecuentemente, quiera estar cerca de sus progenitores, sentir su calor, oír su corazón, su respiración? Otros mamíferos así lo hacen. Parece bastante natural. Aún así, el modo de vida moderno, cargado de individualismo y de interferencias, nos lleva a veces a dudar de si es “normal=natural” todo lo anterior...

Respecto a las preguntas 2 y 3, aquí la cosa se complica, seguramente muchas de nuestras lactancias, no pasarían la prueba de la “normalidad” de acuerdo a lo que ellas dicen: modelos, preceptos...

A ver, ¿cómo va a ser regla o modelo en esta sociedad no tener tiempo ni de ir al baño (o ir al susodicho con tu bebé al pecho), comer con una mano porque tienes a tu peque “enchufado” en el otro brazo, decir a las visitas que mejor esperen unos días para venir a verte, no querer separarte de tu bebé para “darte una vuelta” aunque te lo cuiden a las mil maravillas…? No, no….¡eso no parece muy normal! ¿o sí? a muchas nos ha funcionado...

Y en cuanto a los preceptos establecidos… ¡cuidado!…las fuentes son muy importantes. Si la información que nos llega de nuestro entorno está en consonancia con la información sobre lactancia de la Organización Mundial de la Salud, el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría y asociaciones especializadas en lactancia materna como La Liga de La Leche, todo irá bien; pero si en nuestro poder caen lecturas o influencias inexactas u obsoletas sobre lactancia puede que configuremos una idea de lo que es normal en la lactancia que sea errónea, ya que los preceptos que hemos dado por válidos no lo son, y esto sí puede convertirse en una dificultad.

Concluyendo, la lactancia no son matemáticas, no hay dos lactancias iguales, lo que es NORMAL o no en lactancia tiene una parte muy personal, muy individual, SUBJETIVA. Lo que a mí me pasa no tiene por qué coincidir con lo que te pasa a tí, lo que mi bebé hace, no tiene por qué ser lo que hace el tuyo, y ambas lactancias pueden estar funcionando perfectamente, y nosotras sin saberlo.

Por este motivo me atrevería a decir que existen tantas formas de dar de mamar como parejas madres-hij@s existan. Todas ellas naturales, modélicas, y ajustadas a los preceptos actuales en lactancia materna.

Ojalá pudiéramos no compararnos, construir nuestra propia lactancia, escuchando a nuestro bebé, escuchando a nuestro corazón…buscando la información y el apoyo adecuados, quizá así disfrutar de la lactancia sería la norma.

mi niño se duerme al pecho,
mi niña quiere mamar cada dos por tres, 
mi hijo se despierta mucho de noche,
mi hija tiene dos años y le gusta la teta más que nunca,
me gusta que nuestro hijo duerma cerca 
creo que abuso de la teta: siempre que llora la saco
sólo quiere estar con la madre

Estas son algunas de las cosas que hemos dicho muchas madres/padres/familiares mientras dábamos de mamar a nuestros hij@s, seguro que alguna os suena.

Ánimo a todas y todos, luchar por lo que uno desea es de esas cosas que merecen la pena en la vida, eso se lo repetiréis una y otra vez a vuestros hij@s cuando crezcan…

Os dejo unos enlaces de la página web de nuestra asociación y de la asociación española de pediatría (preguntas frecuentes sobre lactancia materna) que pueden ayudaros a aclarar algunas dudas que surjan y ofreceros buena información sobre lactancia.


¿Quieres contarnos algo de cómo fue o está siendo vuestra lactancia? 

Usa los comentarios del blog

Un abrazo





martes, 18 de abril de 2017

Ser monitora de la Liga de La Leche ¿es para mí?


 
 
Lucía, Marta y Eva son monitoras de la Liga de La Leche en Castilla y León
En la foto aparecen algunos de nuestros hijos: Jimena, Mateo y Emma.



Quizá estás amamantando o has amamantado a tu hij@ y alguna vez se te ha pasado por la mente dedicar parte de tu tiempo a ayudar a otras madres que desean amamantar.
 
Si alguna vez has ido a una reunión de la Liga de La Leche o has hecho una consulta -por teléfono, e-mail, WhatsApp, o en persona- a una monitora, y te has sentido escuchada, acogida y contenida, puede que te hayas parado a pensar en la labor de apoyo que realizamos. Quizá has pensado "¿podría yo hacer algo así? ¡Me gustaría!". Si este es tu caso, si te atrae la idea de apoyar respetuosamente a otras madres que desean amamantar, te animamos a que sigas leyendo: quizá te interese lo que en esta entrada te vamos a contar.
 
¿Conoces nuestra organización? La Liga de La Leche se fundó en Estados Unidos hace 60 años, en 1956, a partir de la labor desinteresada de ocho mujeres, madres como tú, que querían encontrar y mantener un entorno propicio para compartir experiencias de lactancia materna. En los años 50  la alimentación artificial estaba en pleno apogeo, se animaba a las madres a destetar enseguida para dar fórmula,  y amamantar más allá de los dos primeros meses era casi una rareza. Estas pioneras deseaban amamantar, pues veían que era algo bueno para sus hijos y para ellas. Algunas tenían maridos médicos que las animaban con la lactancia, y con ese importante refuerzo médico y moral crearon una red de apoyo "madre a madre", la primera en su género. Desde entonces LLL ha crecido en número e importancia y se ha extendido por todo el mundo. Puedes leer más sobre lo que hoy en día es LLLI aquí en nuestro blog. Y puedes encontrar también información en este link Liga de La Leche Internacional (en español)
 
Hoy en día, las monitoras de LLL somos madres que estamos amamantado o hemos amamantado, que trabajamos -o no- fuera de casa desempeñando una profesión, que criamos a uno -o a varios- hijos, que disponemos de muy poquito tiempo libre pero lo damos con generosidad, sin obtener remuneración económica a cambio, pero sí una enorme satisfacción. Somos muy variadas y diferentes entre nosotras, cada cual con nuestras ideas propias, pero coincidimos en lo esencial: compartimos el propósito y la filosofía de LLL, y hemos tenido un contacto especial con La Liga: nos hemos sentido tan bien en ella que deseamos devolver parte de lo recibido aportando nuestra experiencia, conocimiento, tiempo e ilusión para apoyar a otras madres.
 
La LLL está tan  consolidada y se ha extendido tanto gracias a una buena y responsable labor en equipo, desde las fundadoras de Illinois de hace 60 años hasta nuestros días.
 
"Equipo" es una palabra importante para LLL. Ni durante el desempeño de nuestra labor ni durante la formación vamos a estar solas: de hecho, al dar el paso de solicitar  la formación se va a trabajar mano a mano con al menos dos monitoras: una del grupo cercano al que acudes y otra externa a tu zona, perteneciente al área de LLL España.  Y después vas a formar parte de un grupo propio y de un gran grupo de monitoras compañeras, algunas de las cuales desempeñan voluntariamente labores complementarias en distintos departamentos.
 
LLL cuida mucho la formación. Para iniciar la formación se han de cumplir unos requisitos sencillos, e importantes. Los puedes solicitar, comentar y discutir en profundidad (y sin compromiso) con una monitora de tu grupo más cercano. En nuestro caso de Asturias, León, Segovia o Valladolid.
 
También puedes acudir a un taller de tu grupo más cercano. En Valladolid ciudad, este sábado día 22, a la par que se lleva a cabo la reunión mensual, se va a realizar un taller específico para madres interesadas en la formación. Será en el Centro Cívico de la Zona Sur (Paseo de Zorrilla, frente al Corte Inglés) a las 11:15 horas. Si estás interesada en asistir puedes contactar a través de los comentarios a esta entrada o escribiendo a   valladolid@laligadelaleche.es     No obstante no es preciso esperar a asistir a un taller de este tipo. Como antes te comentábamos, si estás interesada en saber más sobre la formación sólo tienes que contactar con una monitora de tu grupo más cercano.
 
A grandes rasgos los pre-requisitos para formarse como monitora de LLL son éstos:  
 
  • - tener experiencia en lactancia materna (al menos haber amamantado 9 meses en el momento de formalizar la solicitud, aunque se pueden contemplar excepciones).
  • - conocer o querer conocer la Liga de La Leche: haber asistido a unas reuniones, haber contactado con una monitora..., saber cuál es nuestra labor, nuestro propósito y filosofía y nuestra manera de llevarla a cabo, pues es la mejor manera de saber si ser monitora de LLL es lo que realmente deseas.
  • - ser o hacerse miembro de un grupo de LLL. Esto es colaborar con el grupo concreto de manera económica a través del pago de una membresía, que son 36 euros (anual). Las cuotas de miembro, junto a los donativos, son las que permiten a los grupos poder realizar eventos, cubrir gastos de formación, de fotocopias, ampliar la biblioteca , etc
  • - leer y formarse en temas de lactancia materna, y mantenerse al día.
  • - adquirir o fortalecer habilidades de comunicación respetuosa y asertividad. Para nosotras es muy importante este aspecto. En nuestras reuniones deseamos crear un entorno abierto y respetuoso.
  • - estar dispuesta a realizar reuniones, atender consultas, gestionar o co-gestionar un grupo y colaborar desinteresadamente con el equipo de monitoras de su grupo, su comunidad y su área. 
 
60 años de experiencia otorgan a esta organización sabiduría para perpetuarse: a pesar de ser todas nosotras distintas,  (distintas razas, lenguas, culturas, perfiles) somos en definitiva una gran red de madres-monitoras que compartimos una filosofía y compromisos comunes en todo el mundo.
 
Y por lo mismo, hacerse monitora de LLL suele suponer una gran oportunidad personal, apoyando a otras madres y a las compañeras, aprendiendo, comunicándose y creando vínculos con personas estupendas de nuestra localidad, zona próxima o de otros países.
 
Esperamos que si te sientes atraída por la idea de ser monitora de LLL, no dudes en contactar con nosotras. Cualquiera de las monitoras te podrá ofrecer mayor información sin compromiso.
 






martes, 11 de abril de 2017

¿Cuándo debo empezar con la alimentación complementaria?

Se recomienda comenzar a introducir los alimentos complementarios alrededor de la mitad del primer año. Antes de este tiempo, el sistema digestivo del bebé no ha madurado lo suficiente como para digerir y procesar adecuadamente ningún otro alimento que no sea la leche materna. Hay que fijarse si el bebé está listo. Las señales que indican que el niño ya está listo para otros alimentos incluyen: si el bebé se sienta solo sin ayuda, si ya no empuja hacia afuera con la lengua alimentos que se le den a probar, si muestra un interés genuino en lo que usted come, si intenta alimentarse por sí mismo.
Los bebés varían ampliamente en cuanto a la edades a la cual están listos para alimentos complementarios. Esperar hasta que su bebé de  señales que muestran que está listo le ayudará a prevenir alergias en el futuro.
Un bebé exclusivamente amamantado probablemente no necesitará ningún otro alimento hasta que cumpla 6 meses.
Sin embargo, cada niño es diferente - algunos bebés están listos para otros alimentos un poco antes de los 6 meses, y otros no están listos hasta un tiempo después.
Busque las siguientes señales:
  • un incremento en el número de veces que el niño pide mamar que no se relaciona con una enfermedad o con la erupción de dientes,
  • interés creciente en los alimentos que otros consumen en la mesa,
  • la habilidad de sentarse solo,
  • el que ya no use la lengua para sacar de su boca algún alimento que llegue a probar
  • y la habilidad de tomar cosas en las manos y llevárselas a la boca.

Cada niño le dirá cuando está listo para otros alimentos entre los 6 y 12 meses de edad. Generalmente habrá una comida donde la familia se reúna y el bebé esté en las piernas de alguien o en una silla alta. Y cuando usted tome un bocado, los ojos del bebé seguirán su tenedor hasta que aquel llegue a su boca con una mirada que parece decir: "como te pudiste comer esto sin darme a mí". O si el bebé está sentado sobre las piernas de algún miembro de la familia, intentará tomar la comida que está sobre el plato, la pondrá en su boca y rápidamente repetirá la hazaña. Alrededor de los cuatro meses habrá una etapa cuando el bebé comience a tomar todo lo que alcance (como la comida del plato de la madre) pero si alcanza a metérsela a la boca, no muestra interés en comérsela.
Cuando su bebé comience a comer mayor cantidad de otros alimentos, no se le olvide darle el pecho primero, antes de ofrecer los demás alimentos. También sepa que el bebé no necesita grandes cantidades, solo una cucharadita para empezar. Los demás alimentos aún no son tan buenos para su bebé como la leche materna. Durante el primer año, el bebe solo se estará acostumbrando a otros sabores y texturas. El plátano machacado  es un alimento muy fácil con que empezar y la mayor parte de los bebés lo aceptan bien. Comidas altas en proteína siguen después - un hueso de pollo para que el bebé mordisque (aunque no tenga dientes), carne tierna y en trozos muy pequeños, etc. Es bueno esperar para introducir los huevos y la leche de vaca hasta después del primer año de vida.
La filosofía de la Liga de La Leche en cuanto a la nutrición se aplica a los bebés que comienzan a comer otros alimentos así como al resto de la familia: "Una buena nutrición significa ingerir alimentos sanos  y variados, tan cerca de su estado natural como sea posible". No es necesario comprar potitos para bebé.
La asociación española de pediatría hace las siguientes recomendaciones:
La situación ideal es que el niño permanezca los 6 primeros meses con lactancia materna exclusiva. Pasado este periodo, se introducen en la dieta alimentos distintos de la leche. A esto se denomina alimentación complementaria(link is external). Son alimentos que “complementan” la leche, pero NO la sustituyen. La leche (preferiblemente materna) sigue siendo la principal fuente nutritiva durante todo el primer año de vida y una fuente importante de nutrientes en el segundo año y después.
A partir de los 6 meses de vida, las necesidades nutricionales del niño aumentan y la leche no cubre sus requerimientos.  Por otro lado, desde el punto de vista psicomotor, la mayoría de los bebés ya están preparados. Son capaces de mantenerse sentados, muestran interés por los alimentos, pueden cogerlos y llevarlos a la boca. Además, a esta edad se pierde el reflejo de extrusión, que hace que los niños expulsen la cuchara con la lengua. También saben mostrar hambre o saciedad con sus gestos. Es, por tanto, la edad idónea para comenzar a probar nuevos alimentos, sabores y texturas.

A los 8 meses, la mayoría de niños también pueden consumir alimentos que se pueden comer con los dedos. A los 12 meses, la mayoría de los niños puede comer el mismo tipo de alimentos que el resto de la familia
La lactancia materna sigue ofreciendo un aporte nutricional importante pasado el primer año de vida. Debido a que la leche materna tiene un contenido de grasa relativamente alto comparada a la mayoría de los alimentos complementarios, es una fuente clave de energía y ácidos grasos esenciales. La leche materna es mucho más que un alimento. Además de aportar una tercera parte de las calorías diarias a un niño de 1 a 3 años, protege de infecciones, mejora el desarrollo intelectual y emocional y previene enfermedades a largo plazo. ¡Y suele ser algo agradable para ambas partes! Por todo ello, es aconsejable mantener la lactancia mientras la madre y el hijo lo deseen
Existe un reconocimiento creciente de que la alimentación complementaria óptima está relacionada no sólo con el qué se come, sino también con el cómo, cuándo, dónde y quién alimenta al niño.
Entre los 6 y 12 meses se pueden introducir prácticamente todos los alimentos, salvo los pequeños y de consistencia dura (como los frutos secos, trozos de zanahoria cruda, uvas), por el riesgo de atragantamiento. El orden es totalmente indiferente. No es necesario ceñirse a un estricto calendario de introducción que puede provocar frustración y confusión a los padres. No obstante, es aconsejable ofrecer cuanto antes alimentos que contengan hierro, como las carnes y los cereales enriquecidos con hierro.
Lo ideal es ofrecer alimentos propios de la zona, según la cultura y los gustos familiares, introduciendo gradualmente una dieta variada y agradable. La comida es un acto social, por lo que es buena idea que el niño coma con el resto de la familia, probando los mismos alimentos y aprendiendo de ellos.
Al principio, no se deben dar alimentos que pueden contener muchos nitratos (como la remolacha, espinacas y zanahoria). Tampoco se debería añadir azúcar ni sal durante el primer año. Después, es conveniente utilizar pequeñas cantidades de sal yodada.
En cuanto al gluten (contenido en el trigo, cebada y centeno), lo más adecuado es introducirlo en pequeñas cantidades, al mismo tiempo que se continúa dando el pecho. Dejar que el niño mordisquee un trozo de pan es una forma fácil de ofrecerlo.
Si el bebé hace un mínimo de 4 tomas de pecho diarias, no necesita otros alimentos lácteos (como yogur, queso, “leches artificiales” en papillas). No es necesario introducir “leche artificial” para preparar las papillas de cereales industriales en un bebé amamantado. Algunas alternativas son prepararlos con leche materna extraída, con las verduras o con las frutas. Se pueden utilizar cereales que se disuelven en agua, sémola de arroz (cereal sin gluten) o sémola de trigo, pan o pasta (cereal con gluten).
La leche de vaca no se debe dar antes de los 12 meses de edad (puede producir microsangrado intestinal). Los derivados lácteos también se deben evitar en el primer año en niños con alto riesgo de desarrollar alergia a las proteínas de la leche de vaca (antecedentes de alergia en familiares de primer grado). En niños de bajo riesgo alérgico es aceptable introducir pequeñas cantidades de derivados lácteos con el resto de alimentos, antes de los 12 meses, siempre que no se convierta en la bebida principal.

Es importante dejar que el niño vaya probando, respetar sus gustos, alimentarle despacio y con paciencia, minimizando las distracciones (evitar la televisión) y, sobre todo, no forzar ni obligarle a comer. Hay que recordar que hasta el año de vida se debe ofrecer primero el pecho y luego los otros alimentos que complementan a la leche.  Información elaborada por el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría.http://www.llli.org/lang/espanol/lactancia.htmlhttp://enfamilia.aeped.es/autores/comite-lactancia-materna-aep

martes, 4 de abril de 2017

¡Comenzamos!

Bueno, pongamos que este es nuestro "segundo" comienzo. O tal vez el tercero.
Lo cierto es que La Liga de la Leche lleva trabajando muchos años; tantos como 60, y así lo celebramos el pasado octubre.

La semilla en nuestra comunidad autónoma la puso, curiosamente, una asturiana, que comenzó a liderar las reuniones en la ciudad de León. Fue en 2003 (¡14 años ya!) cuando se acreditó la primera monitora leonesa y comenzaron las reuniones oficiales en la provincia. Pronto comienzan las reuniones en Valladolid y en Segovia, y en año 2006 los grupos de Castilla y León se unen en un solo distrito, que se completa (y de ahí el "curiosamente" anterior) con el grupo de Asturias pocos años más tarde.
Desde entonces, en nuestra asociación se han celebrado multitud de reuniones, tantas como una al mes en cada grupo, y llevado el lema de La Liga, "Apoyo madre a madre" a infinidad de mujeres, de familias, que buscaban y siguen buscando información y apoyo para amamantar el tiempo que ellas desean.
Con la aparición de las redes sociales, van surgiendo grupos virtuales que facilitan el contacto continuado de las madres que asisten a los grupos presenciales, e incluso, facilitan el acercamiento, el descubrimiento, de nuevas familias. Os invitamos a que investiguéis los grupos más próximos a vosotras.
Así las cosas, este blog era un paso lógico para acercarnos aún más a las familias de nuestro distrito: castellanas, leonesas y asturianas. Porque de La Liga de la Leche se han dicho muchas cosas, pero lo mejor es enterarse de primera mano.
Aquí esperamos que nos encontréis quienes nos estáis buscando, que nos conozcáis quienes sienten curiosidad y que encontréis motivos de confianza quienes no lo tenéis muy claro. Esperamos tratar temas de interés para vosotras y vuestras lactancias, informaros convenientemente de reuniones y eventos a los que podáis asistir, y abrir un canal más de comunicación entre las madres y las monitoras que conformamos La Liga de la Leche Castilla y León y Asturias.