lunes, 8 de febrero de 2021

LA "HORA DE LA ABUELA" U "HORA BRUJA"

 Seguramente el nombre a muchas de vosotras no os suene, pero sí os sea familiar esta situación:

"Mi bebé nació y los primeros días en casa eran los normales tratándose de un bebé recién nacido: pide pecho, dormita, llora, cambio pañal, vuelve a pedir pecho, vuelve  a dormitar..........y de repente a la semana o dos semanas de nacido, llegan las 20-21 de la noche y pelea con el pecho, toma un poco, llora, se aparta, vuelve a tomar, vuelve a llorar, pide, pide, pide, llora, llora, llora.......¡y así puede estar 2 y 3 horas hasta que cae rendido! ¡¡¡SOCORRO!!! ¿Qúe pasa? ¿Qué le pasa a mi leche? Estoy agotada y no entiendo a mi bebé.......seguro que es mi leche, ya no tengo suficiente o no le alimenta"


¿A quién le suena? Creo que el 95% de nosotras hemos pasado por una situación parecida o, quizás, igual.

El caso es que en medio de ese fervor de mamá cansada, bebé alterado.....llega la abuela (u otra persona cómo la pareja que llega de trabajar, un familiar que viene a casa, etc), toda tranquila y dice: "déjame que le coja a ver si le calmo". ¡¡¡¡Y magia!!!! 5 minutos después está dormido en el regazo de la abuela.....y la mamá, agotada ella, piensa: "lo hago fatal" ó "no valgo para ésto" o cualquier improperio hacia nuestra persona.....

Pues yo vengo a decirte que lo que le ocurre a tu bebé es NORMAL, y además, muy FRECUENTE. 

A última hora del día muchos recién nacidos se encuentran agotados (incluso si no ha hecho otra cosa en el día que mamar, dormir y a veces llorar) ya que para un bebé, el hecho de vivir fuera del útero de mamá es agotador. Madurar poco a poco, o no tan poco a poco, sus órganos vitales es agotador. Los estímulos externos (ruidos, imágenes) son agotadores, etc. El bebé se agarra por momentos a lo que le calma: el pecho. Pero aunque la producción materna sea abundante a esta hora del día, el bebé mama y mama y mama....para calmarse. Y cuándo el pecho está constantemente drenándose, el flujo de leche es más lento. Muchos bebés ni siquiera quieren leche, desearían poder volver al útero o dormir. Y es ahí cuándo unas manos tranquilas pueden ayudar, y ¡mucho! Muchas veces el bebé puede tranquilizarse más fácilmente en manos de otra persona que le ofrezca un cambio de escenario y que no huela a leche. En ocasiones este cambio de escenario es todo lo que necesita para dormirse, o tal vez quiera seguir mamando ya más relajado.

Es normal que una mamá esté cansada y lo esté sobre todo a esa hora del día. Tenemos derecho a estar cansadas, y más cuándo estamos viviendo nuestro postparto con lo que ello conlleva (recuperarse física y emocionalmente, y además vivir día a día).

Me gustaría recordarte a ti, mamá que me lees, que la leche que producimos está ahí, sigue en nuestro pecho. Mientras el bebé succione, la leche se produce. Pero en estas ocasiones llegamos a dudar. Y si nosotras no llegamos a dudar, muchas veces habrá gente cercana que nos haga dudar de nuestra capacidad para producir leche debido a los llantos de nuestros bebés. Pero no hay que olvidar que si notamos nuestros pechos "vacíos" (pecho blando constantemente) es porque la leche que continuamente se produce, está en el estómago de nuestros bebés. ¡Qué sabia es la naturaleza! 

¿Y qué podemos hacer mientras nuestro bebé crece y madura? Os doy algunos trucos que han proporcionado muchas mamás:

- ofrecer el pecho siempre (no pasa nada por cambiarle de un pecho al otro y volver al primero cuántas veces necesitemos o más bien necesite nuestro bebé, mientras que éste no lo rechace)

- podéis probar la técnica de compresión mamaria para ayudar al bebé a sacar más leche y proporcionar un poco más de flujo que le relaje

- podéis (o "la abuela") utilizar la sujeción anticólicos (bebé boca abajo apoyado en nuestro antebrazo y mano) mientras mecemos al bebé. 


- mecer al bebé utilizando ruidos blancos (campana de la cocina, aspirador,...), música relajante, etc

- anticiparse al bebé: si vemos que está empezando a intranquilizarse, utilizar lo que nos funcione antes de que llegue al llanto. Muchas veces incluso si nos tumbamos a media tarde con nuestro bebé en la cama para que el bebé duerma un rato al pecho mientras nosotras descansamos, nos encontramos con que el bebé llega más relajado a última hora del día, ¡y nosotras también!

- mucho piel con piel a lo largo del día, y un sitio tranquilo cuándo comienza la hora complicada. Proporcionar a un bebé sus necesidades básicas (pecho, brazos, protección, etc) muy frecuentemente a lo largo del día puede hacer que el bebé esté menos irritable.

Una vez leí que "CONVERTIRSE EN MADRE ES ALGO PARECIDO A APRENDER A NADAR".


Llega un punto en que se respira más hondo, se suelta la mano del bordillo, se empieza a chapotear......y una se da cuenta de que está nadando. En parte se ha aprendido a hacerlo, en parte se debe al esfuerzo realizado, y en parte se trata de CONFIAR EN UNA MISMA*.

Y sobre todo decirte, que ésto pasará con paciencia y tiempo, y que no dudes que eres la mejor madre para tu bebé. El tiempo se encargará de demostrártelo.


Pilar Rúa

Monitora LLL León

*Fragmentos de El Arte Femenino de Amamantar

viernes, 5 de febrero de 2021

El duelo en La Liga de la Leche.


Se me escapa el dolor entre las entrañas, no puedo hablar, solo quiero esconderme, a oscuras, hacerme pequeña y casi invisible. Quiero estar a salvo con este sentir que no me consuela y a la vez es lo que ahora me hace falta.

Nunca pensé en esa posibilidad y estaba tan cerca...no pensé que nos tocara a nosotros, a nadie le pasa...a nadie que conozca. Y sin embargo es verdad, es ahora. 

Tus abrazos me aportan consuelo y a la vez es insuficiente. ¡Qué es esto que ha llegado sin buscarlo, sin siquiera esperarlo, no es bienvenido y sin embargo está aquí!

Recuerdo tu silencio entre mi llanto, recuerdo tu llenar todo mi espacio de protección para que yo pudiera estar dentro protegida, manejando este duelo que me parte el alma y que tanto me dará.

Soy insignificante...¡tan pequeña! y tengo que seguir, tengo que mantenerme en este fondo y tengo que flotar...

Recuerdo abrazos a mi misma, grandes abrazos que no puedo dejar de darme. Y milagrosamente me consuelan, me quiero, me siento en este cuerpo que sostiene lo que soy.

Busco vaciar mis entrañas y mis cuencas con ese agua salada que brota de un manantial interior que no se seca, que no deja de correr, que no deja de nacer en mi alma. Agua que nace, que limpia, que sana, que moja otras ropas que no son las mías. 

Siempre estás ahí, me acompañas en la distancia, me llenas de palabras no dichas. Y por ello te quiero.

No sé en qué momento la oscuridad deja paso a la bruma y entre ella...el campo de flores.



Mis flores, esos campos que llenan de color los prados, que amanecen cada primavera, que inundan mi alma de paz. 
Gracias por cada flor que me distéis en forma de abrazo, de llamada, de silencio pensado. 
La red que tejemos es de amor, de apoyo, de caricias suaves, de voces dulces. A tu ritmo, al mío, al de cada una y al de todas.
"La Liga de la Leche" es madre a madre, hija a hija, mujer a mujer.

Dedicado a tí, que sabes que es por tí. 
Dedicado a cada una de nosotras, a cada uno de nuestros duelos.

Raquel.
Monitora de La Liga de la Leche en Segovia.